Para la calificadora de riesgo Moody’s, los candidatos presidenciales no representarían una amenaza a la economía.
Al margen de quien sea electo nuevo presidente de la República, la calificadora de riesgo Moody’s confía que los buenos lineamientos económicos del Perú se mantendrán y que no habrá un “vuelco brusco” que perturbe su marcha luego del 28 de julio.
A diferencia de elecciones pasadas ya no existe el temor de un eventual surgimiento de un candidato antisistema, dijo el vicepresidente del Grupo de Riesgo Soberano de Moody’s, Patrick Esteruelas.
“Y llegamos a esa conclusión por varias razones. Primero, hay un consenso relativamente fuerte entre los cincos principales candidatos en carrera acerca de la necesidad de mantener el marco y el modelo macroeconómico actual”, argumentó.
Dijo que Moody’s monitoreó los mensajes de campaña de los cinco aspirantes, incluido Ollanta Humala , tanto en sus apariciones en Perú y el extranjero, y lo más destacado es que los postulantes se distinguen por sus similitudes más que por sus diferencias.
Por ejemplo, refirió que los cinco candidatos hablan de responsabilidad fiscal, preservar la independencia del Banco Central de Reserva, promover inversiones privadas, y garantizar la seguridad contractual para así seguir apuntalando el crecimiento del Perú.
Esteruelas consideró que este consenso, incluso la moderación del discurso de Humala, se debe a que la mayoría de la población, según Ipsos Apoyo , afirma que salió beneficiada del crecimiento del Perú en los últimos cinco años.
“Por tanto, lo que exigen son cambios dentro de modelo económico actual, y no exigen un replanteamiento del modelo actual. Eso nos da un grado de confort respecto a las garantías de continuidad de las políticas públicas, independientemente de quien salga elegido”, insistió.
Y en el caso de que Humala resulte electo, y deje de lado su discurso moderado y decida desafiar los pilares del modelo, opinó que enfrentaría dificultades para eventualmente “desmantelar” la Ley de Responsabilidad Fiscal, atacar la independencia y autonomía del Banco Central, y empujar a un modelo estadista mucho más fuerte.
“Incluso en esas circunstancias, nuestra opinión es que esos intentos, totalmente hipotéticos, se enfrentarían a obstáculos institucionales, obstáculos de mercado, y obstáculos electorales importantes”, manifestó.
El analista comentó que el Perú tiene un marco institucional político débil, pero como contraparte, destacó su fuerte institucionalidad económica que es respaldada por casi dos tercios de la población peruana.
“El nuevo presidente tampoco tendría un alto manejo discrecional de política comercial porque el Perú ha firmado tratados de libre comercio vinculantes con prácticamente todos los socios comerciales que tiene”, aseveró.
Con esos factores de análisis, estimó que el Perú puede mejorar aún más su calificación en los próximos años. En declaraciones desde Nueva York para la agencia Andina, dijo que uno de los factores tomados en cuenta para subir la calificación de escala positiva, es que los comicios presidenciales no supondrán “un vuelco brusco en el marco de políticas públicas del país”.
“Hemos elevado la perspectiva de la calificación peruana positiva. El Perú sigue teniendo la misma calificación en los bonos denominados con moneda extranjera que antes, pero con una perspectiva positiva a comparación de la perspectiva que tenía anteriormente”, dijo.