jueves, 31 de marzo de 2011

Francia insiste en reforma del sistema monetario global

China rechaza la propuesta que Sarkozy describe como única vía para evitar que el mundo vuelva a caer en crisis. Diferentes posiciones se enfrentan en foro del G20 en China
 

China rechazó el jueves la presión de París y Washington por una rápida reforma de un sistema monetario global que el presidente francés , Nicolas Sarkozy, describió como tan inestable que podría hacer que la economía mundial vuelva a caer en la crisis.

Las visiones divergentes, claras desde el comienzo de un foro del G20 en China, enfatizan las dificultades que Sarkozy enfrenta para cumplir su objetivo de diseñar una reforma del orden monetario global para fines de año.

“Sin reglas, el sistema monetario internacional y financiero es incapaz de anticipar crisis, burbujas financieras y la expansión de los desequilibrios”, dijo Sarkozy a una reunión de ministros de Finanzas, banqueros centrales y prominentes académicos.
“Sin reglas ni supervisión, el mundo se arriesga a estar condenado a crisis cada vez más serias y severas”.

Francia preside durante este año el G20, que reúne economías desarrolladas y emergentes que representan cerca del 85 por ciento de la producción global.

Pekín, pese a ser el anfitrión del foro, no han mostrado demasiado entusiasmo por la iniciativa o por los amplios planes de reforma de Sarkozy.

China teme que el objetivo velado sea obligarla a permitir que el yuan se cotice más libremente y que desmantele sus controles de capital más rápido de lo que desea.

“El proceso de reforma será a largo plazo y complejo”, dijo el vice primer ministro chino, Wang Qishan, en sus comentarios iniciales.

SEMINARIO
La reunión en la ciudad oriental de Nanjing ha sido calificada como un seminario para exponer ideas, no para tomar decisiones.

En ese espíritu, Sarkozy preguntó si no es es momento para ampliar el Grupo de Siete Naciones más industrializadas, que tiene como uno de sus principales propósitos vigilar los mercados globales de monedas.

Un funcionario alemán de alto rango, quien declinó ser identificado, dijo que Berlín también está a favor de que las preguntas de divisas sean abordadas por un grupo más amplio que el G7, tal vez incorporando a Brasil, Rusia, India, China y México.

Pero el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, puso en tela de juicio si se requiere de un esfuerzo internacional para curar los males del sistema monetario global. Según él, la inconsistencia en las políticas cambiarias es el mayor defecto.

Sin nombrar a China, hizo notar que algunos países emergentes ejercen regímenes fuertemente controlados que avivan los riesgos de inflación en sus propias economías, magnificando las presiones de apreciación en otras naciones y generando también llamados al proteccionismo.

“Esta asimetría en políticas de tasas cambiarias crea mucha tensión”, dijo Geithner. “Este es el problema más importante que hay que resolver hoy en el sistema monetario internacional”, agregó.

“No se requiere de un nuevo tratado, o una nueva institución. Puede ser alcanzado por acciones nacionales que sigan el trabajo que ya hemos comenzando en el G20 para promover un crecimiento más balanceado y abordar los desequilibrios excesivos”, sostuvo.