Para Sandro Fuentes Acurio, es casi imposible alcanzar una presión tributaria del 18% del PBI, y no es factible hablar de una reforma tributaria.
¿Cree que se logrará la meta de incrementar la presión tributaria de 15.5% a 18% al final del actual gobierno?
Las posibilidades que en el actual contexto internacional, que parece que no se superará pronto, con una recaudación que se va “ralentizando”, volviéndose más lenta, que se explica porque el Perú no es un país aislado y de alguna manera tenemos que sufrir las consecuencias de lo que está ocurriendo en el resto del mundo. Por todo ello, yo creo que es casi imposible llegar a la meta de tres puntos del PBI y ni siquiera los dos puntos y medio de incremento en la presión tributaria que se pretende.
¿Ni aún con las facultades en materia tributaria delegadas al Ejecutivo?
Las facultades delegadas han sido muy acotadas, tienen una serie de limitaciones, por lo cual yo creo que no es factible hablar de una reforma tributaria.
¿Entonces que se logrará?
Habrán ajustes o como otras veces se resolverán algunos temas pendientes, pero que se enfocan en lo que yo llamo la “elitización” del sistema tributario, es decir que inciden básicamente en los dieciséis mil principales contribuyentes que hay en el país y no en los cinco millones de RUCs, y mucho menos en esa enorme capa de informalidad de economía ilegal, que señala el Banco Mundial que es cerca del 60%.
¿No es usted muy optimista respecto a una reforma tributaria?
Soy más bien muy pesimista.
¿Cambios como el cerrar los vacíos de la legislación tributaria serán suficientes para combatir la evasión y/o elusión tributaria?
Para que haya elusión, que es en lo que insiste mucho el Ministerio de Economía y Finanzas, se requiere que existan contribuyentes, por lo tanto, las teóricas medidas anti elusión solo van a incidir en quienes ya son contribuyentes, porque quien está al margen de la formalidad ni la evasión, ni la elusión le alcanza, simplemente es un mundo ajeno al suyo, por lo tanto la mencionada legislación no le va alcanzar.
¿Y el fortalecimiento institucional de la SUNAT?
El fortalecimiento de la SUNAT si es importante, porque desafortunadamente hoy esta institución no tiene la suficiencia técnica, patrimonial y tecnológica que tenía en los años noventa, ha perdido su poder técnico. Y eso hay que recuperarlo, pero no sólo para hacer crecer la recaudación, si no porque así tiene que ser una administración tributaria modelo, y eso es una garantía para poder incluir más contribuyentes.
¿Cómo lograrlo? ¿Qué hace falta superar?
Por ejemplo, su sistema remunerativo. Sus mecanismos de ejecución del gasto y de inversión se han ido convirtiendo en cualquier agencia del Estado, sometida a cualquier mecanismo usual, y por lo tanto eso ha conspirado seriamente contra su dinamismo. Una de las grandes fortalezas de la SUNAT de los noventa es que era mucho más autónoma en el sentido patrimonial, administrativo, técnico, funcional, como lo es el Banco Central, una institución absolutamente moderna y fuerte. Así debió continuar siendo la SUNAT.
¿En esta línea, la fusión con Aduanas ha funcionado?
A mi parecer, no ha resultado adecuada la fusión con Aduanas, debido a que la mezcla de dos culturas diferentes, la de impuestos internos y de impuestos al comercio exterior, no ha resultado del todo satisfactoria. En general creo que ha sido una suma que restado.
Existen casi 200 exoneraciones y beneficios tributarios ¿Estas han dado los resultados que se esperaban?
Desde los años noventa se intentan eliminarlas, hay algunas que son extremadamente políticas. Y las exoneraciones regionales, sin duda, no han dado ningún resultado para la población. Sin embargo, no quiero decir que todas las exoneraciones sean malas, creo que es parte de una política tributaria sana, pero no puede ser que existan 200, porque entonces estamos generando un sistema de agravios comparativos, es decir hay gente que hace lo mismo y no paga impuestos y otros están sumamente gravados.
El grueso de la recaudación recae sobre un número pequeño de contribuyentes ¿Qué hacer para lograr la tan ansiada ampliación de la base tributaria?
En el Perú hay que ser realistas, existe una distribución del ingreso básicamente concentrada y en consecuencia no hay mucho que hacer. Sin embargo, eso no significa que admitamos como un supuesto invencible que siga existiendo un 60% de economía ilegal o informal.
¿Cómo atacar esta informalidad?
Uno de los temas fundamentales es que todos contribuyamos de acuerdo a nuestra capacidad, pero que todos nos hagamos responsables de la comunidad en la que vivimos. Lo que no tiene sentido es que el 60% del país, lucre y viva del país y no contribuya con nada, esto es absurdo.
¿Cómo crear una verdadera conciencia tributaria?
Ahí no hay ninguna magia, es lo que se debe aplicar siempre: pedagogía y autoridad. Finalmente, la SUNAT también tiene que simplificar los costos y los trámites, porque tributar no puede resultar siendo tan caro como lo es actualmente. La administración tributaria tiene que ser muy fuerte, muy eficaz y muy dinámica, pero en favor de los contribuyentes. Creo que un control de calidad interno, un mirarse al ombligo por un buen rato, a la propia SUNAT le va hacer mucho bien. (gestion.pe)