Christine Lagarde, directora general del fondo, destacó los logros alcanzados por nuestro país en los últimos años.
Perú es una estrella naciente y en ascenso que, sin duda, forma parte de la nueva ola de mercados emergentes líderes, resaltó la directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, tras confirmar su visita a Lima este lunes 28.
“La semana que viene visitaré tres países importantes de América Latina (Brasil, México y Perú), en un viaje que coincidirá con el traspaso a México de la dirección del Grupo de los Veinte. En los últimos años, como muchos otros de la región, estos países han obtenido notables resultados”, señaló.
Agregó que a medida que la economía mundial se transforma, el ascenso de América Latina resulta indudable, y estos tres países encarnan, cada uno a su manera, la próxima generación del liderazgo económico mundial.
También consideró que Perú se beneficiaría de reformas continuas encaminadas a lograr un crecimiento más inclusivo y, al mismo tiempo, preservando la estabilidad macroeconómica que ha logrado con tanto esfuerzo.
Subrayó que estos tres países han cosechado los frutos de tener fundamentos sólidos, marcos de política sensatos y políticas macroeconómicas prudentes, y ahora están gozando de un crecimiento sostenido con menor grado de vulnerabilidad; y, su óptima situación resulta envidiable.
Pero recordó que las cosas no siempre fueron así porque en los viejos tiempos un trastorno de la escala de la crisis financiera mundial de los años 2008 y 2009 habría desencadenado fuertes convulsiones teniendo en cuenta que América Latina solía ser una de las regiones más expuestas y vulnerables.
Pero ahora ya no porque la nueva América Latina puede impartir algunas lecciones a los países avanzados, como ahorrar para los tiempos difíciles y garantizar el control de los riesgos del sistema bancario, indicó.
“Por supuesto, América Latina no es inmune a ninguna de las tormentas que vienen de Europa. Nadie lo es. En un mundo interconectado sencillamente no hay un lugar donde escapar. De ahí que los países de la región deban tomar todas las precauciones necesarias y hacer todos los preparativos necesarios”, advirtió.
Por ello recomendó seguir recomponiendo los mecanismos de amortiguación, entre otras cosas, manteniendo políticas fiscales prudentes, lo que generaría un margen de maniobra en caso la situación económica se deteriore.
Pero consideró que la consolidación fiscal no debería producirse a expensas de los necesarios programas sociales o la inversión productiva en educación o infraestructura.
En ese sentido, sugirió mejor explorar la posibilidad de obtener más ingresos, en los casos en que la recaudación impositiva es baja, o hacer el gasto más definido y eficiente. “Por su parte, el FMI está preparado para prestar apoyo y asistencia a los países con una gestión macroeconómica sólida que, como espectadores, puedan verse afectados por la crisis mundial”, manifestó.
De cara al futuro, Legarde reconoció que el reto consiste en que la región sostenga el crecimiento en un entorno muy volátil. “No obstante, el crecimiento por sí mismo es solo el primer paso. En general, la región necesita un crecimiento con mayor inclusión social, lo que significa que se requieren esfuerzos para construir sociedades más justas cuyos cimientos sean la igualdad de oportunidades y la justicia social”, indicó.
A través de la historia, la desigualdad ha sido un problema persistente para América Latina. No solo impidió que importantes franjas de la población disfrutaran de las ventajas derivadas del crecimiento, sino que también contribuyó a la inestabilidad social y política, lo que a su vez perjudicó las perspectivas económicas.
En efecto, investigaciones recientes del FMI han demostrado que las sociedades más igualitarias están vinculadas no solo a una mayor estabilidad económica, sino también a un crecimiento más sostenible en el tiempo, por esa razón, el crecimiento y la inclusión social son en realidad dos caras de la misma moneda.
“Podemos observar cómo este fenómeno se desarrolla en tiempo real en América Latina. Uno de los factores que están detrás del reciente avance económico de la región es su avance social”, reconoció.
En la década pasada más o menos, los indicadores de pobreza, desigualdad y desarrollo humano han mejorado espectacularmente en países como Brasil y Perú, destacó. (Andina)