jueves, 26 de julio de 2012

AUDITORÍA AMBIENTAL: EL CASO BARRICK MISQUICHILCA S.A.

Escribe: Eliana Loli Ramírez. Curso de Maestría en Auditoría. USMP. 2012.

PROBLEMAS AMBIENTALES
La actividad minera, en la cuenca del Río Santa se remonta a antiguos trabajos coloniales, pasando por diferentes épocas de reactivación en los últimos 50 años por el interés en ciertos metales industriales como el plomo, plata, zinc, cobre y actualmente con el gran auge el oro.

Barrick es la mayor productora de oro en el mundo. Tiene más de 27 minas operando en los cinco continentes. En el Perú es la segunda productora de oro, Se constituyó en el país como Minera Barrick Misquichilca en enero de 1994, iniciando sus operaciones en 1998. Actualmente controla 145,192 hectáreas y opera dos minas: Pierina en la Región Ancash y Lagunas Norte en la Región La Libertad, siendo además propietaria del yacimiento Irene I-500 en la Región Ancash.

Las operaciones de Minera Barrick Misquichilca se realizan en sus dos unidades mineras: Pierina, operativa hasta el 2013, y Lagunas Norte, cuya vida útil estimada se extiende hasta el 2019. La producción de Pierina es vendida en su totalidad a Barrick Gold Corporation (BGC).

Barrick está entre las 25 grandes compañías mineras que no pagan regalías en el Perú debido a los Contratos de Garantía y Medidas de Promoción de la Inversión, conocidos también como contratos de estabilidad jurídica, tributaria y administrativa.

Conflicto en Ancash:
Pierina es una mina de tajo abierto, ubicada en la Región Ancash, a 10 km de la ciudad de Huaraz, capital de la región, en los Andes del centro-norte del Perú, en el lado oriental de la Cordillera Negra, a una altitud de 4.100 msnm. Inició sus operaciones en noviembre de 1998. Se esperaba que la vida útil de la mina se extienda hasta el 2011. Sin embargo, dados los buenos resultados en las se extienda hasta el 2013.

El territorio donde se encuentra la mina pertenece a las comunidades campesinas Andrés Avelino Cáceres de Cuncashca, San Isidro de Pacollón, Miguel Grau de Shecta; a los caseríos Antahurán, Atupa, Mareniyoc, San Miguel de Tinyash y al centro poblado menor de Huanja.

En los distritos de influencia directa a la mina, la población es quechuahablante y vive en situación de ‘extrema pobreza’, con un porcentaje de población sin agua de 8%, sin desagüe de 15%, sin electricidad de 11% y analfabetismo de mujeres de 42%. Se dedica principalmente al pastoreo, agricultura, ganadería y manejo de bosques.

En la región Ancash se han suscitado numerosas protestas de la población y autoridades regionales y locales contra la empresa canadiense Barrick Gold por el no pago de impuestos adeudados al Estado por un monto de 141 millones de dólares, además de la contaminación del ambiente, especialmente las aguas. La preocupación es que la empresa debe comenzar su plan de cierre y abandono sin haber pagado las regalías correspondientes.

El no pago de los impuestos fueron tolerados por el Estado peruano y no se han tomado las medidas correspondientes para que la empresa cumpla sus obligaciones.

La represión que han sufrido las comunidades ha tenido un costo de tres víctimas fatales.

Para los comuneros, los cerros son lugares sagrados donde nacen sus aguas, mientras que los ingenieros de la mina ven a los cerros como una fuente de minerales que asegura la durabilidad y expansión económica de la mina. Con la mina, la introducción del dinero y del individualismo se opone a los sistemas tradicionales que aseguran la continuidad de las comunidades.

Las comunidades rechazan al proyecto minero por la contaminación y la afectación a sus campos agrícolas por medio de la venta de sus tierras y la reubicación; perciben también una competencia por los recursos escasos, como son el agua, la tierra, el medio ambiente y el hábitat. Además, consideran que el Estado y los gobiernos locales monopolizan el poder de decisión de contratos con la minera sin consultar a las comunidades y tienen la percepción de que el crecimiento experimentado por la minería en los últimos años carece de control y de regulación por parte del Estado y gobierno local.

La minera hace compra de las tierras a las comunidades campesinas y propietarios. Posteriormente hace un cambio de uso del suelo, de actividad agropecuaria a actividad minera.

Actualmente, la mina haciendo canjes por tierras en otro lugar, que han realizado con los campesinos que han vendido sus tierras. El Estado ha declarado de utilidad pública la actividad minera y la negociación de las tierras queda en manos de las empresas mineras y las comunidades campesinas.

La minera cuenta con la licencia de uso del agua. La mina bombea agua de pozos subterráneos construidos por ella para luego ser utilizada. Por la manera como la mina ha desarrollado el tajo abierto, los cambios en el acuífero, por acción directa de la mina, son muy notorios. El tajo produce variaciones de los niveles freáticos, variación de caudal de los manantiales y desvío de la dirección de flujo del agua subterránea. Por lo tanto, esto provoca el descenso de la disponibilidad del agua, tanto para uso humano como para riego.

Este efecto se ha presentado y ha generado problemas, ocasionando el reclamo del volumen de agua. Las comunidades reclaman por la disminución del caudal del agua en los diferentes puntos de captación y piden no interrumpir el caudal normal.

Contaminación ambiental
Durante el Paro Regional del 7 de marzo del 2005, uno de los reclamos fue el tema de contaminación. Se pedía realizar una auditoría ambiental externa a la empresa minera, con la participación del Colegio de Ingenieros y la universidad de la localidad. En el proceso de negociaciones del Paro se presentó un conjunto de discrepancias en los temas ambientales. No se llegó a un consenso sobre quién financiaría estos gastos, los representantes del comité de lucha no aceptaban que fueran las empresas mineras por temor a que ellas manipularan los datos.

En los meses posteriores se desarrollaron espacios de diálogo entre la empresa y las comunidades como consecuencia de la presencia de la enfermedad “dermatitis”, provocada por la contaminación. Esto originó que en la localidad de Jangas se formara un comité de gestión ambiental, integrado por el alcalde del distrito de Jangas como presidente, entidades religiosas como secretaría, el Consejo Nacional del Medio Ambiente, el decano de la Facultad de Ciencias del Ambiente de la universidad local, el distrito de riego, comunidades locales y otros; quienes acordaron que este comité realice el monitoreo del agua y del aire a través de sus subcomités.

Las comunidades locales deberían participar en el conocimiento de los resultados de los monitoreos que realiza el comité de vigilancia ambiental, pero en la práctica ya no se hace. Las comunidades locales se sienten excluidas del conocimiento de los resultados de los análisis, debido a que existe un débil flujo de comunicación entre la Municipalidad y la comunidad, provocando una falta de información.

Son varias empresas lo que han utilizado nuestros ríos, solo en la provincia de Huaraz, y ahora Compañía Minera Barrick Misquichilca S.A. (Proyecto Pierina).

La actividad extractiva en la mina, por sí misma, es la iniciadora de los procesos contaminantes con la generación de desmonte, acceso a oxidación de estructuras rocosas, alteración del nivel freático de la mina, fisuración de estructuras y relaves minero entre otros factores.

Minera Barrick Misquichilca S.A., es la mas grande de la provincia de Huaraz, con cerca de 8 millones de onzas en reservas y recursos auríferos, que garantizan por los menos 11 años de vida útil a esta mina, practica la extracción a tajo abierto y para separar el oro de la roca usa procesos de lixiviación en pilas con cianuro de sodio.

Esta empresa logró la autorización gubernamental para utilizar diversas fuentes de agua (5,0 L/s de aguas superficiales del Río Santa, la cuál es conducida a través de una tubería de 4” de diámetro y 5,700 m de longitud y 120 L/s de aguas superficiales de las Quebradas Pacchac, Poyor, Huellap, Llancash y Sacuarure, todas ellas microcuencas de la Cordillera Negra del Distrito de Independencia, provincia de Huaraz)

Todos los desfogues de agua, de las compañías mineras antes mencionadas, desembocan directamente al río Santa

El conflicto, insisto, sigue latente.

Tercerización y discriminación
Martes, 24.06.2008 – Como parte de su programa de Responsabilidad Social, la minera Barrick asumió el compromiso de emplear a campesinos de las 17 comunidades de la zona del área de influencia de la explotación para realizar trabajos de mando medio como albañilería, mantenimiento de vías, construcción de reservorios y canales, etc. Este sistema de trabajo se denomina “sistema de trabajo rotativo comunal” y se realiza a través de diferentes empresas de intermediación y tercerización entre las que se encuentran Adecco, T&S Contratistas Generales S.A.C. y otras, con una duración aproximada de tres meses cada vez.

Este programa de Responsabilidad Social tiene como objetivo, según la propia empresa, “contribuir al desarrollo sustentable social y económico de las comunidades en las cuales trabaja, compartir los beneficios de las operaciones de explotación, así como la contratación de personal local”. Pero lejos de mejorar las condiciones económicas de los comuneros, éstos manifiestan sufrir un trato desigual respecto a los otros trabajadores de la empresa en cuanto a remuneraciones, estabilidad laboral, capacitaciones y capacidad de ascenso, que impiden romper con el círculo de la pobreza de la zona.

Para canalizar las demandas y mejorar los mecanismos de diálogo, los campesinos de la zona decidieron formar el Sindicato de Trabajadores de las Empresas Contratas y Afines de la Minera Barrick Misquichilca.

A pesar del amparo de la Ley, el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo negó el registro sindical aduciendo que no era posible que se afilien al Sindicato personas que no están laborando.

Esto ultraja la conciencia de las comunidades indígenas locales, especialmente cuando la mina está justo al lado de nuestras casas, mi gente está expuesta a productos químicos peligrosos como el cianuro y el mercurio, y algunos de los nuestros se ahogan en los residuos y desechos durante las inundaciones, y las poblaciones de peces, la flora y la fauna se han agotado en los ríos, ahora las fuentes de alimentos indígenas están amenazadas “.

Mina Barrick es un caso típico de lo que puede salir mal cuando la gran minería se enfrenta a los pueblos indígenas, ignorando los impactos de sus proyectos y el recurriendo a escuadrones de matones cuando la población se rebela contra ella.