martes, 15 de julio de 2014


Ventas de Mype representaron 13.6% de la producción nacional en 2013


Estos negocios emplearon el año pasado a casi 8 millones de personas, casi un 47.4% de la población económicamente activa (PEA) del país, de acuerdo a Comexperú.

Las ventas de las micro y pequeñas empresas (Mype) representaron un 13.6% del total de la producción nacional, según datos de la Sociedad de Comercio Exterior (Comexperú).

Asimismo, se registró 5.2 millones de micro y pequeñas empresas ubicadas en su mayoría en zonas urbanas (89.3%), lo que indica una contracción del 8% con respecto al número registrado en 2012.

De igual forma, en 2013 estos negocios emplearon a casi 8 millones de personas, casi un 47.4% de la población económicamente activa (PEA) del país.

“Esto demuestra que este segmento productivo es clave para la generación del sustento diario de miles de familias”, explicó Comexperú en su semanario.

En detalle, la distribución de la fuerza laboral Mype por tamaño de la empresa, considerando las ventas anuales, está comprendida casi en su totalidad (99.9%) por microempresas (hasta 150 UIT en ventas anuales) y un 0.02% por pequeñas empresas (con ventas anuales entre las 150 y 1,700 UIT).

¿Cómo son las Mype en Perú?

Una Mype promedio en el Perú tiene más de 6 años de antigüedad, atiende solamente 9 meses del año y posee como fuerza laboral dos trabajadores, quienes son familiares del dueño del negocio en un 71.1% y aquellos que son familiares y no reciben remuneración son el 12.3% de los empleados.

Además, casi el 32.9% de estas organizaciones usan el domicilio particular del empresario como local comercial y en el 61.4% de los casos este es propio. Por otro lado, el predio mayormente cuenta con electricidad (64.1%), en ocasiones tiene agua potable (25.6%) y desagüe (14.9%); y casi nunca tiene teléfono fijo (5.3%) ni internet (4.5%).

Ahora bien, un empleado de este segmento trabaja en promedio 24 horas a la semana. Un 24.1% del total labora más de 40 horas, y un 4.6%, más de 60 horas. Por otro lado, el nivel de ingresos que recibe varía de acuerdo al giro del negocio que decida emprender. En el 47.4% de los casos la organización se inició por necesidad económica del dueño.

Asimismo, con respecto a la actividad económica a la que se dedican las Mype, el 40.5% se concentra en los sectores de servicios; el 26.4%, en comercio; el 16.5%, en agricultura, ganadería, silvicultura y pesca; el 9.3%, en industrias manufactureras; el 5.6%, en construcción, y el 1.8%, en explotación de minas y canteras.

Por otro lado, durante los últimos años, se ha visto cómo entre las Mypes ha disminuido la preferencia por la construcción y la explotación de minas, mientras que ha crecido significativamente la predilección por los servicios.

Lo llamativo es que son justamente las dos primeras actividades las que, en promedio, le proporcionaron mayores ganancias netas mensuales al empresario en 2013, con S/. 1,606 y S/. 1,063, respectivamente, en contraposición con los S/. 841 de la última.

No obstante, se halló que un 84.7% de las Mype son informales, al no estar registradas como persona jurídica o empresa individual. Peor aún, el 72.7% no lleva ningún tipo de registro de ventas. Asimismo, el 71.1% de los trabajadores no estuvo afiliado a ningún sistema pensión y el 98.4% no recibió de su empleador ningún tipo de seguro de salud.

Dados los resultados y características de este tipo de empresas durante 2013, el mensaje es claro: las Mype forman parte de sectores dinámicos en nuestra economía, pero no están aprovechando el potencial que adquirirían de insertarse en el sector formal.

Ello refleja la falta de cultura institucional dentro de la mentalidad empresarial, además de la complejidad del proceso que se requiere para lograr la formalización, agrega Comexperú.

En tal sentido, la Sociedad de Comercio Exterior sugiere la generación de espacios en los que las Mype y las grandes empresas puedan converger y formar una cadena de producción que posibilite a las primeras crear mayor valor agregado y, a las segundas, alcanzar los beneficios de la competitividad de las economías de escala.