jueves, 3 de julio de 2014


El Buen Gobierno Corporativo en la Actualidad y los Comités de Auditoría



Uno de los principales retos a los que se enfrentan las compañías en estos días consiste en incorporar a su cultura empresarial y funcionamiento interno, nuevas prácticas en materia de Buen Gobierno Corporativo, sin descuidar sin duda, su gestión estratégica y operativa.

Actualmente la implantación de mejores prácticas de Buen Gobierno Corporativo se está considerando como un sistema integral generador de seguridad y valor configurándose como una pieza clave en el funcionamiento de una organización.

El buen gobierno consiste en aquellas pautas o normas de acción en los órganos de gobierno de una empresa que ayudan a que el proceso de toma de decisiones en los distintos niveles sea eficaz, transparente y esté orientado a la consecución de los objetivos a largo plazo de la empresa.

En el próximo apartado desarrollaremos a continuación las principales tendencias e importancia de la implantación de principios que eleven los estándares y puedan contribuir a mejorar el Buen Gobierno de las empresas.

Principales aspectos de un Buen Gobierno Corporativo

El Gobierno Corporativo pretende ser una herramienta de ayuda a los administradores en su reto de alinear los objetivos estratégicos con la necesidad de mantener un adecuado entorno general de control.

Un Gobierno Corporativo basado en las mejores prácticas permite establecer un marco claro de derechos, obligaciones y roles y responsabilidades entre los diferentes órganos de gobierno de la sociedad, los órganos de control, los accionistas y los diferentes grupos de interés.

Se estructura como un sistema de relaciones entre accionistas, consejo de administración y dirección. Si bien el Consejo de Administración es la pieza angular, los actores principales para un buen funcionamiento del mismo lo componen su Presidente, los Consejeros y las Comisiones delegadas entre las cuales, la comisión de auditoría cobra especial relevancia en la actualidad dada la coyuntura económica.

Los objetivos principales de un Buen Gobierno Corporativo son velar por el adecuado funcionamiento de los órganos de gobierno y administración, generar confianza y transparencia con los accionistas e inversores, mejorar la cultura de control interno, asegurar la adecuada segregación de funciones, e incrementar la eficiencia en las operaciones y en los aspectos relacionados con el cumplimiento normativo generando valor al accionista.

Por ello, programas de gestión del riesgo y sistemas de control y auditoría interna que involucren a toda la organización y que estén adecuadamente comunicados junto con la misión, los valores, el código ético, la estrategia de negocio y las políticas corporativas es un síntoma de que la organización está alineada con las mejores prácticas de Buen Gobierno Corporativo.

Las tendencias del Buen Gobierno Corporativo hoy en día pasan por el establecimiento de dichas medidas que a su vez fomenten corporativamente un comportamiento ético y honesto de todos los trabajadores definiendo normas éticas.

A continuación vamos a centrarnos en una de estas herramientas de buen gobierno como son los comités comisiones de auditoría el órgano supervisor de control por excelencia en las organizaciones porque lo consideramos una herramienta clave para el Buen Gobierno Corporativo.

Una herramienta clave: Los Comités de Auditoría

Los comités de auditoría son órganos fundamentales dentro del sistema de Gobierno Corporativo de las empresas ya que son los impulsores de estas buenas prácticas y los responsables últimos del control interno de las compañías.

Los comités pueden ser un organismo de control que se puede encontrar en organizaciones de cierta magnitud. Su principal responsabilidad es la supervisión del sistema de control de la organización. Debe asegurarse un adecuado tamaño y las habilidades de sus miembros; cualidades tales como un conocimiento del sector, familiarizados con la gestión empresarial y financiera, experiencia en la organización y un criterio profesional para la toma de decisiones.

Tras la crisis financiera, el control interno pasa a ser una pieza importante para garantizar el correcto funcionamiento de las sociedades y la consecución de los objetivos estratégicos, siendo los comités de auditoría su base de sustento y piedra angular. Por ello, los comités de auditoría y sus miembros deben ser independientes y con un estándar de profesionalidad óptimo brindando objetividad en sus observaciones y capaces de formular cuestiones a la organización con criterio profesional, objetividad, independencia y escepticismo.

Asimismo, los comités de auditoría deben tener en cuenta en sus ámbitos de actuación los riesgos estratégicos, los riesgos financieros, los riesgos operacionales, los riesgos regulatorios y los riesgos reputacionales entre otros que puedan afectar a la organización, de entre los cuales cobra especial importancia en la actualidad los que pueden afectar a la imagen corporativa y la reputación de la empresa.

Asimismo deben disponer de los medios (sistemas de información, procedimientos y canales debidamente establecidos, etc.) para poder estar informados y disponer de la evaluación de los principales riesgos de la organización en su alineación con los objetivos estratégicos y de las medidas de control establecidas, así como de sus resultados y niveles de efectividad.

Como conclusión la historia ha demostrado que las empresas que han perdurado son aquellas que han sabido gestionar adecuadamente los intereses, objetivos y relaciones entre su Dirección, su Consejo y sus grupos de interés. Por ello, decimos que una gran empresa con un Buen Gobierno Corporativo y valores tales como la transparencia, la responsabilidad social, la gestión de riesgos y la eficiencia, puede tener mayor facilidad para llegar a buen puerto protegiendo así, los intereses de la compañía y de sus accionistas, controlando la creación de valor y el uso eficiente de los recursos.