martes, 18 de abril de 2017

América Latina ensaya recuperación pero con fuerte déficit fiscal

Las economías de América Latina y el Caribe retomarán tímidamente este año el camino del crecimiento, después de dos años de contracción, pero con preocupante déficit fiscal, apuntó este martes el economista jefe del Banco Mundial (BM) para América Latina, Carlos Végh.

El economista presentó un informe sobre la salud fiscal de las economías regionales, en el que alertó que el déficit registrado en casi todos los países es consecuencia de los años de desaceleración y posterior recesión.

De acuerdo con el estudio, América Latina y el Caribe deberán crecer este año 1.5%, siendo que en la misma jornada el Fondo Monetario Internacional (FMI) divulgó una expectativa levemente menos optimista para la región, de 1.1%.

No obstante, señaló Végh, la necesidad de adoptar políticas económicas anticíclicas en los años de contracción dejó a la región con cuentas fiscales “resentidas”.

Según el estudio, en 2016 nada menos que 29 de los 32 países de la región registraron déficit fiscal, con una deuda bruta promedio equivalente a 50% del Producto Interno Bruto (PIB).

En el caso de Jamaica, esa deuda alcanza al 119% del PIB, y en Barbados representa el 109%, alertó el estudio.

En la opinión de Végh, muchos países “cayeron en una trampa procíclica, que los llevó a una mayor deuda pública y déficit fiscales, así como a una menor calificación crediticia, dejándoles pocas opciones para revertir la situación”.

Esa “trampa procíclica” llevó a los países a aumentar el gasto en los momentos de bonanza, provocando un ‘recalentamiento’ de la economía pero sin acumulación de recursos para los momentos de desaceleración, dijo el economista uruguayo, quien en enero sustituyó al mexicano Augusto de la Torre al mando de las economías latinoamericanas y caribeñas en el Banco Mundial.

Con relación a las proyecciones para las economías latinoamericanas, el BM prevé un crecimiento de 0.7% este año para Brasil (contra 0.2% expresada por el FMI.

En general, la tendencia en las expectativas del Banco coincide con las del FMI, aunque se mostró mucho más optimista en el caso de Venezuela.

Mientras el FMI espera para este año un retroceso de -7.4% en Venezuela, el BM lo estimó en -3.1%. Para el año 2018, el FMI apuntó una caída del PIB Venezolano de -4.1%, pero el BM apostó a un crecimiento de 0.6%.