El abogado tributarista advirtió que el Ejecutivo podría actuar más severamente contra los formales, subiendo la remuneración mínima sobre la cual se paga el IR o incrementando las tasas impositivas.
Para el abogado tributarista Jorge Picón, socio del Estudio Picón & Asociados S.A.C, un balance del 2012 exige la distinción entre legislación y administración tributaria. “La primera ha cambiado, pero no sustancialmente, mientras que la segunda está actuando más severamente, principalmente por las metas de recaudación fijadas por el Ejecutivo, de 18% de presión tributaria al 2016”, observó.
Si el Gobierno tiene ese objetivo y no reduce la informalidad –advirtió Picón- podría tomar medidas, como subir la remuneración mínima sobre la cual se paga el Impuesto a la Renta (7 UIT), o incluso podría crear otra escala impositiva, similar a la de 1993, cuando el porcentaje llegaba hasta el 37%.
“Solo quedaría ese camino: aumentar el número de trabajadores formales que pagan el IR o incrementar las tasas”, aseveró.
La Sunat -explicó el abogado- solo tiene dos opciones: Ir contra la informalidad o presionar más a los formales y fiscalizarlos más severamente. “Optaron por lo segundo, y es peligroso porque puede desincentivar la inversión. La informalidad ha crecido, y lo podemos ver solo a dos cuadras de Sunat: Polvos Azules vende más que el Jockey Plaza por m2. Ellos venden piratería y contrabando, y ahora van a construir un centro comercial en el cono norte”, cuestionó.
Lamentablemente, observó el experto, el mensaje de la última intervención a La Parada es muy fuerte: “Los informales se van a defender con uñas y dientes en todo el sentido de la palabra. Combatir la informalidad implica un costo social”, acotó.
“El 2013 viene con mucha severidad para los formales. Hay señales porque los fiscalizadores están desconociendo los gastos de las empresas si los proveedores no declararon impuestos o no los pagaron completamente. Si he cumplido con entregar cheques y se impusieron detracciones y retenciones deberían buscar directamente a mis vendedores”, criticó.
El problema de fondo
Según Picón, las personas naturales y jurídicas pagan impuestos por percepción de riesgo, y la administración tributaria debe pensar cómo cumplirá esa tarea, pero necesita apoyo político porque un sector de la población pone resistencia, principalmente en provincias, donde la informalidad ha crecido de manera “espectacular”.
”Juegan muchos intereses económicos de por medio, que estoy seguro están también enquistados en las entidades públicas. Puede existir elusión, y está bien combatirla, pero no es el gran problema del país, sino la evasión pura y simple. Es potestad del Estado cobrar los tributos, pero el pueblo debe aceptar esa autoridad, y si no es así debe actuar la policía o el ejército”, afirmó.
Delincuencia
La informalidad –destacó el abogado- está relacionada a la delincuencia, porque el dinero que genera no ingresa a los bancos, sino que circula en efectivo, y la rentabilidad de la actividad delincuencial es mayor en caso de un asalto.
“Si el consumo del formal ha subido el de los informales se ha multiplicado. No queda claro el norte de la administración tributaria”, finalizó.