martes, 10 de mayo de 2016

De los 5.7 millones de trabajadores dependientes, 4.4 millones no pagan impuestos porque ganan menos de S/ 2,800

Sunat tiene identificado al 62% de la población económicamente activa, pero no todos están obligados a tributar. Además el ente recaudador ha implementado un nuevo mecanismo de fiscalización para las empresas.

La economía peruana se caracteriza por su elevado nivel de informalidad y, como es obvio, el mercado laboral no es ajeno a esta realidad, pero la Sunat avanza en los esfuerzos de tener mapeado a la población económicamente activa (PEA), aunque apenas un pequeño porcentaje de esta termine pagando impuestos.
El número de aportantes a la caja fiscal es más bajo del que se podría pensar. De los 5.7 millones de trabajadores dependientes, más de 4.4 millones no pagan Impuesto a la Renta (IR), es decir casi el 80% de este grupo se encuentran inafecto, debido a que perciben menos de S/2,800 al mes.
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Sin embargo, el jefe de la Sunat, Martín Ramos, sostuvo que es importante tener en el radar del ente recaudador al mayor número de trabajadores, así no tributen, con el objetivo de contar con la mayor información posible que permita reducir la informalidad.
“No necesariamente todos tributan. Obviamente, para este año, quienes reciben ingresos mensuales menores a los S/2,800 no pagan impuestos como renta del trabajo, sin embargo, su formalización ayuda”, mencionó.
En esa tarea, Ramos destacó que en este momento la Sunat ya tiene identificado al 62% de la PEA, mientras que en el 2010 el nivel era del 51%. Eso significa que ya se sabe quiénes son, dónde están y a qué actividades se dedican.
“En el último quinquenio hemos crecido a razón de 500,000 contribuyentes por año. Lo cual es bueno porque metemos cada vez más personas o más contribuyentes a tener información y por ende esa trazabilidad que nos permita decir que son contribuyentes formales”, anotó.
Pasibles a fiscalización
De otro lado, Ramos precisó que en el Perú existen alrededor de un millón de contribuyentes que podrían ser pasibles a fiscalización, pero la capacidad de Sunat solo permite investigar a alrededor de 12,000 contribuyentes por año, por lo general los más grandes.

Pero el ente recaudador ha iniciado un cambio en los mecanismos de fiscalización y ahora solo tratará de intervenir cuando haya una hipótesis de inconsistencia en las declaraciones electrónicas que las empresas envíen.
El nuevo esquema de fiscalización implica invertir primero información electrónica para poder detectar dónde está la inconsistencia, si es que la hay, y la segunda es preparar los equipos que puedan hacer este análisis sin tener que ir al contribuyente y sin requerir información física para validar.
Hacia finales del año pasado, la Sunat inicio este nuevo proceso de fiscalización con 300 empresas del directorio de principales contribuyentes nacionales que alberga a las 2,500 firmas más grandes del Perú, pero el objetivo es llegar a un universo mucho más amplio.
“Estamos trabajando para que ese producto se consolide y ya en las 2,500 empresas esperamos que al final de este año o mediado del próximo todas las empresas de este directorio tengan ese tratamiento y, luego de esta experiencia, estamos trabajando para que las dependencias descentralizadas adopten la misma estructura”, adelantó.