El Poder Ejecutivo aprobó un proyecto de Ley que fija la trayectoria del déficit fiscal estructural que es usado como guía para la elaboración del próximo Marco Macroeconómico Multianual, el proyecto del Presupuesto, y la regla fiscal del Gobierno Nacional para el año fiscal 2017 en adelante.
De acuerdo con esta propuesta, el tope del déficit fiscal estructural pasaría de 2% para el año 2016 a 1.5% el año 2017, y 1% el año 2018.
Este proyecto de Ley fue remitido ayer al Congreso de la República en cumplimiento de lo dispuesto en el Decreto de Urgencia N° 003-2015, norma que modificó la guía ex ante del resultado fiscal estructural del Sector Público No Financiero para el año 2016.
Así, se dispuso que el Poder Ejecutivo remita al Congreso de la República un proyecto de Ley que establezca la citada guía ex ante para los años fiscales siguientes al 2016, considerando una reducción anual no menor a 0.5% del Producto Bruto Interno (PBI), hasta retornar al límite de uno por ciento establecido en la Ley de Fortalecimiento de la Responsabilidad y Transparencia Fiscal (Ley N° 30099).
Para el año 2016 el estimado del déficit estructural es de 2% del PBI potencial, menor al 3% del PBI de déficit estructural previsto en el Decreto de Urgencia N° 003-2015.
Ello, debido a un menor déficit fiscal en el año 2015, la revisión de los supuestos macroeconómicos y la revisión de la metodología de cálculo estructural de las cuentas fiscales (la cual contó con la opinión técnica del Consejo Fiscal).
Cabe mencionar que de no aprobarse el proyecto de ley en el Congreso, para el año 2017 se tendría que aplicar una guía ex ante de déficit fiscal estructural de uno por ciento del PBI potencial, lo que implicaría una importante reducción del impulso fiscal que podría comprometer la recuperación de la economía.
COYUNTURA ECONÓMICA
El proyecto de Ley aprobado por el Poder Ejecutivo tiene como objetivo reafirmar el compromiso del Perú con la estabilidad macroeconómica, la sostenibilidad fiscal, la credibilidad del marco macro fiscal y preservar una buena calificación crediticia en un contexto internacional volátil y de menor dinamismo de la economía mundial.
La convergencia gradual a menores déficit fiscales estructurales (lo que el proyecto de Ley propone) contribuirá a preservar una buena calificación crediticia y un atractivo perfil de riesgo soberano del país, uno de los principales activos logrados por el Perú durante los últimos años.
Países como Chile, Colombia, Ecuador, México y Uruguay ya han iniciado procesos de consolidación fiscal entre los años 2015 y 2016, impulsados por las fuertes caídas en la cotización internacional de materias primas como el cobre y el petróleo.
Además, en el último semestre las agencias calificadoras de riesgo han disminuido la calificación crediticia de Brasil, Francia, Japón, Sudáfrica y Polonia, e incluso de importantes empresas estatales como Codelco de Chile, Pemex de México, Ecopetrol de Colombia y Petrobras de Brasil.
Asimismo, recientemente, Standard & Poors revisó de “estable” a “negativa” la perspectiva para Colombia. En este contexto, resulta imprescindible continuar fortaleciendo los fundamentos macrofiscales del país y mitigar el impacto de los choques negativos sobre la economía peruana.
Para el caso peruano, el proceso de convergencia fiscal es gradual debido a que el Perú cuenta con una sólida posición fiscal en comparación con sus pares de la región y otras economías similares.
Los pilares macroeconómicos del país descansan en un bajo nivel de deuda pública (23.3% del PBI en el año 2015, el segundo menor de la región latinoamericana); mayores activos públicos (un Fondo de Estabilización Fiscal que hacia el año 2015 representa 4.1% del PBI, casi tres veces mayor a lo observado en 2009) y una menor exposición a los choques internacionales debido a una canasta exportadora relativamente más diversificada que sus pares de la región, en la que el oro juega un rol de “cobertura natural”.
Ello se complementa con una política fiscal responsable, la cual le ha permitido al Perú ser una de las economías emergentes que más ha reducido su deuda pública entre los años 2009-2015.
Finalmente, dentro de este manejo responsable de las finanzas públicas se enmarca la estrategia de financiamiento que consiste en haber prefinanciado en el 2015 todo el servicio de deuda del 2016, iniciar el prefinanciamiento del 2017 con la exitosa emisión de hace dos días en euros y el fortalecimiento de la gestión de líneas contingentes contraídas con organismos multilaterales.