SNMPE dice que hay consenso alrededor de este esquema tributario.
En la medida que avanzan los días, se van trasluciendo más detalles respecto de cómo se definirá el nuevo esquema tributario para la minería, el que permitirá afectar las denominadas ganancias extraordinarias de las empresas del sector, obtenidas gracias al alza intempestiva del precio de los minerales.
Por lo pronto, ya habría un consenso en la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) de que aplicar un esquema de impuestos escalonado, tal como se ha implementado desde el año pasado en Chile, sería lo más adecuado. El ex presidente y miembro del Consejo Consultivo de esta organización, Hans Flury, indicó que de esta manera se mantendría la competitividad del sector minero en los siguientes años.
“Hasta ahora hay un consenso para que las regalías sean similares a las que se aplican en Chile. Allá tienen unas regalías que están basadas en la utilidad; aquí también se busca generar un mecanismo en el que se grave la utilidad que se genere, ya sea mensual o trimestral, descontando ciertos valores como la depreciación, los intereses, etc.”, señaló.
ESQUEMA DEL SUR
El sistema de aplicación de las regalías en Chile es un poco complejo, sin embargo se trataría de uno de los mecanismos más interesantes de tributación minera implementados hasta el momento. Según indicó Miguel Palomino, director ejecutivo del Instituto Peruano de Economía (IPE), se trata de un sistema promotor de la inversión minera, en el que las regalías se aplican en función de los márgenes obtenidos por las empresas mineras y sobre las utilidades operativas.
De acuerdo con el esquema chileno, las empresas que producen menos de 50 mil toneladas métricas de cobre fino (o su equivalente) pagan hasta 4,5% sobre su utilidad operativa.
Sin embargo, las empresas que sobrepasan las 50 mil toneladas, que son las mineras más grandes de ese país, tienen una tasa diferenciada, dependiendo del margen operacional obtenido. Así, las que tienen un margen operativo de 35% deben pagar un 5% de regalías.
Las regalías son escalonadas de acuerdo con las ganancias de las empresas mineras. La más alta que se paga es de 34,5%, para empresas que tienen un margen de entre 80% y 85%.
Palomino resalta que no necesariamente en el Perú se deberán aplicar los mismos porcentajes chilenos. “La idea es utilizar el mismo concepto, los porcentajes deberán ser evaluados”, señaló.
Hans Flury indicó que aún no se han planteado porcentajes. Esto sería parte de la conversación que tendrán los mineros con el Gobierno.
El representante destacó que las conversaciones se están desarrollando en un ambiente de cordialidad.
“Lo interesante es que ninguna de las partes ha entrado con una predisposición. Hay una magnífica relación y hay una conversación inteligente”, señaló.
El presidente de Compañía de Minas Buenaventura, Roque Benavides, indicó que los mineros harán las sugerencias y plantearán los criterios bajo los cuales el Gobierno deberá plantear el impuesto, pero será el Ejecutivo el que decidirá. Sin embargo, reiteró que la idea es que el sector mantenga la competitividad, porque es la única manera de que las empresas continúen reinvirtiendo en nuevos proyectos.
SISTEMA INADECUADO
Hoy el sector minero peruano está afectado por diversas cargas impositivas, entre ellas las regalías de entre 1% y 3% sobre las ventas de las empresas mineras. Según explicó Palomino, la carga tributaria local crea una situación injusta porque castiga más a las que menos ganan y menos a las que más utilidades generan.
“Aquellas que tienen una rentabilidad de 10% tienen una carga tributaria de 64% sobre su renta, es decir, el Estado se lleva casi las dos terceras partes, esto es muy fuerte. Mientras que a los proyectos de alta rentabilidad se les cobra 42,5%, lo que es injusto. En el peor de los casos, debería ser igual o cobrarse más a aquellos que ganan más. Eso se hace en Chile”, señala Palomino.
El actual sistema tributario en el Perú no permitiría sacar adelante proyectos de baja rentabilidad; sin embargo, un esquema escalonado de impuestos sí lo haría. A decir de Palomino, la idea es buscar un punto de equilibrio que permita seguir explotando recursos y que el Estado recaude más. (MANUEL MARTICORENA SOLÍS)